ANIVERSARIO DE LA COMUNA DE PARÍS

18 de marzo: comienzo de la dictadura del proletariado

José Meneses
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Comuna de París Historia Aniversario

En la mañana del 18 de marzo de 1871, con las mujeres encabezando, el Pueblo de París, se alza contra la tiranía y la traición del gobierno de la III República, para gestar una fecha sustancial en el calendario revolucionario de la clase obrera mundial, hecho que cada uno de las y los revolucionarios debemos de tener como faro de guía.

“El gobierno está pasando de las manos de aquellos que tienen algo a las manos de quienes tienen nada, de las manos de aquellos que tienen un interés material en la preservación de la sociedad a los que no se preocupan en absoluto del orden, la estabilidad y la conservación (…) ¿Es que, quizá, en la gran ley del cambio terreno, los trabajadores son para muestras modernas sociedades, lo que fueron los bárbaros para las sociedades de la Antigüedad, los agentes convulsivos de la disolución y la destrucción?”

Así nos hablan Los Goncourt sobre la Comuna, representantes de la intelectualidad burguesa francesa, la primera acción del proletariado despertó el miedo de clase de los dueños de los medios de producción, que vivieron desde la Era de las Revoluciones, de una impunidad.

La Comuna anticipó, en el acto, lo posible y lo imposible, -ya que- (…) fue la conquista del poder político por la clase obrera, pero ella ha cambiado radicalmente la forma y el sentido del poder político, poniendo lo social y la sociedad por encima de lo político, rebajando esto último y llevándolo a su fin.”, nos dice el historiador francés marxista Henri Lefebvre.

“La Comuna anticipó, en el acto, lo posible…”, porque llevó a cabo grandes reformas como su integración exalta Karl Marx, que “La Comuna estaba formada por los consejeros municipales elegidos por sufragio universal en los diversos distritos de la ciudad. Eran responsables y revocables en todo momento…”, además estos percibían un salario de obreros, los cargos públicos dejaron de ser propiedad privada de testaferros del gobierno central, cumpliendo tareas de trabajo de corporación al mismo tiempo, ejecutivo como legislativo. “… y lo imposible…” como resalta el padre del marxismo, “… la Comuna era, esencialmente, un gobierno de la clase obrera, fruto de la lucha de la clase productora contra la clase apropiadora (…) servir de palanca para extirpar los cimientos económicos sobre que descansa la existencia de clases…”, en otros pasajes de su obra “La Guerra Civil en Francia” nos agrega la tarea de la Comuna fue “… abolir esa propiedad de clase que convierte el trabajo de muchos en la riqueza de unos pocos. La Comuna aspiraba a la expropiación de los expropiadores. Quería convertir la propiedad individual en una realidad, transformando los medios de producción, la tierra y el capital, que hoy son fundamentalmente, medios de esclavización y de explotación del trabajo, en simple instrumentos de trabajo libre y asociado…”.

Para los grandes filósofos de la clase obrera, esta pecó de confianza en las posibles reacciones de la clase burguesa o se quedó en el camino en su accionar, como resaltan Karl Marx, Friedrich Engels y Lenin. Para evitar “… el triunfo del obrero francés sobre el capitalista francés…”, Marx nos aclara que el gobierno de la III República no organiza ni adiestra a los parisinos sobre la guerra y lo califica como “… un gobierno de la traición nacional…”, mientras que Engels nos dice “Después de cinco días de lucha heroica, los obreros sucumbieron. (…) Era la primera vez que la burguesía ponía de manifiesto a qué insensatas crueldades de venganza es capaz de acudir tan pronto como el proletariado se atreve a enfrentarse a ella, como clase aparte con intereses propios y propias reivindicaciones” Y Lenin enfatiza como errores “El proletariado se detuvo a mitad del camino: en lugar de proceder a la expropiación de los expropiadores, se puso a soñar con la entronización de la justicia suprema en un país unido por una tarea común a toda la nación; no se apoderó de instituciones como, por ejemplo, el banco (…). El segundo error consistió en la excesiva magnanimidad del proletariado: en lugar de exterminar a sus enemigos, que era lo que debía haber hecho, trató de influir sobre ellos, desprecio la importancia que en la guerra civil tienen las acciones puramente militares y, en vez de coronar su victoria en París con una ofensiva resuelta sobre Versalles, dio largas al tiempo y permitió que el gobierno versalles reuniese tenebrosas y se prepare para la semana sangrienta de mayo”

El cofundador del marxismo nos dice “La Comuna tuvo que reconocer desde el primer momento que la clase obrera, al llegar al Poder, no puede seguir gobernando con la vieja máquina del Estado (introduzco un paréntesis, para resaltar que esta idea de Engels, como limitación de la clase obrera en el gobierno, le sucedió al Frente Amplio durante los 15 años en el poder en nuestro país); que, para no perder de nuevo su dominación recién conquistada, la clase obrera tiene, de una parte, que barrer toda la vieja máquina represiva utilizada hasta entonces contra ella, y de otra parte, precaverse contra sus propios diputados y funcionarios, declarándolos a todos, sin excepción, revocables en cualquier momento”. Y Marx exalta que “ Y si París pudo resistir fue únicamente porque, a consecuencia del asedio, se había deshecho del ejército, sustituyéndola por una Guardia Nacional, cuyo principal contingente lo formaban los obreros”, tanto Engels como Marx, nos detallan como la Comuna de París buscó corregir sobre la marcha sus propias limitaciones, mientras que sufría el ataque la burguesía francesa como el asedio prusiano.

Pero los parisinos sucumbieron el 28 de mayo, fecha en la cual, los últimos luchadores de la Comuna sucumbieron ante la superioridad de las fuerzas de los enemigos de clase como extranjeros, en las faldas de Belleville.

Este gran acontecimiento del siglo XIX, que se volvió el primer y gran ejemplo del movimiento obrero, nos muestra la importancia de la Guerra Civil y nos enseña las tareas a la realización de la Revolución Socialista.

A 150 años de la Comuna, debemos de tomar como ejemplo de acción revolucionaria, a imitar por las generaciones actuales como futuras. Ya que como decían los grandes pensadores del movimiento proletario mundial, que la gran tarea que nos deja la Comuna es:

LA CLASE OBRERA NO PUEDE SIMPLEMENTE TOMAR POSESIÓN DE LA MÁQUINA ESTATAL EXISTENTE Y PONERLA EN MARCHA PARA SUS PROPIOS FINES, DEBE DE NO LIMITARSE SIMPLEMENTE A APODERARSE DE ELLA, DESTRUIR Y ROMPERLA.

Es tal la importancia del hecho que la clase obrera parisina toma el poder de la ciudad, que Marx y Engels la consideraron como la primera “Dictadura del Proletariado” y la introdujeron como una corrección esencial del Manifiesto Comunista, obra que nos orienta y nos inicia en la tarea revolucionaria de luchar por una sociedad sin explotados ni explotadores.

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