El mundo que pretendían que estuviera finalizado en una “democracia” liberal, se ha convulsionado en estos últimos años. Volviendo a desnudar la injusticia que constituye al capitalismo, y la única forma de financiarse: la guerra y la miseria de las mayorías. En Uruguay el ajuste económico nuevamente recae sobre los trabajadores: este gobierno nos impuso una reforma injusta, que nos hace trabajar más años, para cobrar menos. Pero los trabajadores organizados tenemos una propuesta diferente y dignificadora:
Hacia el Plebiscito por una Reforma de la Seguridad Social sin AFAPs
En Uruguay, la “Reforma de la Seguridad Social” es algo que se plantea hace años, entre diferentes representantes políticos, como una necesidad inevitable. Parecería justo, si entendemos el mensaje hasta ahí, porque lo cargamos de nuestras esperanzas de una nueva Seguridad Social, adaptada al avance tecnológico, que aliviane la vida de los trabajadores, pero necesitamos entender realmente, en su sentido de clase, qué es lo que dijeron: hay que reformar la Seguridad Social sin tocar las ganancias de las AFAP, es decir ajustar por los trabajadores. Fue lo que hizo este gobierno herrerista.
Desde el ingreso de las AFAP en 1996, los aportes de los trabajadores dejaron de pertenecer a un sistema solidario, que sólo financia la Seguridad Social, e incluye una gran lista de prestación de servicios, y ahora se dividen para financiar empresas privadas, que cobran una comisión por “timbear” con el dinero de los trabajadores, dejando miserias de jubilaciones sin ningún otro servicio.
La reforma que presentó el PIT-CNT, y que Congreso del Pueblo acompaña, presenta a la Seguridad Social como un derecho humano fundamental, no susceptible al lucro. Es decir, si pensamos el sistema con las personas como centro, no el afán de lucro, las AFAP son un lastre para nuestro pueblo trabajador, que lo único que hace es parasitar sus aportes y precarizar su jubilación. La reforma de la Seguridad Social tiene que beneficiar al trabajador, reduciendo la edad mínima jubilatoria a 60 años y 35 trabajados, además equiparando la jubilación mínima con el salario mínimo: no pueden haber jubilados que dieron su vida al mundo del trabajo cobrando 13 mil pesos en mano.