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Somos obreros, campesinos, estudiantes, docentes, intelectuales, pequeños productores y/o comerciantes, jubilados, somos el changador y el zafrero, el que pone el puesto en la feria para sobrevivir, somos parte de los más sencillos que hablara Neruda en el poema Oda al Hombre sencillo,
“…yo sé hacia dónde vamos, y es ésta la palabra: no sufras porque ganaremos, ganaremos nosotros, los más sencillos, ganaremos, aunque tú no lo creas, ganaremos.”
Congreso del Pueblo nace para forjar la unidad revolucionaria y antiimperialista de nuestro pueblo.
Valga nuestro homenaje al Congreso del Pueblo realizado en agosto de 1965 con la participación de 1376 delegados en representación de 707 organizaciones obreras y populares que agrupaban a más de 800 mil personas, Congreso del Pueblo abonó a la síntesis de la unidad de la clase obrera forjada en la CNT y en la unidad de la izquierda, plasmada en la fundación del Frente Amplio en febrero de 1971.
Nos definimos Arismendistas, porque adherimos a su legado histórico, la teoría de la revolución uruguaya. Somos profundamente artiguistas, antiimperialistas y antioligárquicos, reivindicamos la reforma agraria como un acto de justicia social.
Estamos juntando firmas para el ingreso de Congreso del Pueblo al Frente Amplio. Vamos hacia el primer congreso de Congreso del Pueblo donde definiremos colectivamente estatutos, programa y dirección.
“No hay que retroceder, hoy más que nunca la unidad de los trabajadores atada a la lucha de clases, tenemos que tener a la clase unida y en movimiento, por la libertad. A la vanguardia de la humanidad por los cambios sociales” Jose Pepe D Elía.
La desigualdad está en los genes del sistema
El COVID-19 le sirvió al imperialismo para llevar adelante el reacomodo del sistema capitalista a escala universal, se reinstala al FMI para la vorágine del saqueo, un año y medio de pandemia profundizó la brecha entre ricos y pobres en el mundo. Un informe del Foro de Davos en Suiza revela que 2153 mil millonarios poseen más riquezas que 4.600 millones de personas, es decir un 60% de la población mundial. En América Latina y el Caribe el 20% de la población concentra el 83% de las riquezas.
El crecimiento de la desigualdad no escapa a Uruguay, el 1% más rico recibe ingresos similares al 50% de la población más pobre. Es decir, 23 mil personas aproximadamente, ganan casi lo mismo que un 1 millón 150 mil personas.
Según un informe del 2020 de la CEPAL en Uruguay hay 400mil pobres, 100 mil son nuevos pobres, es decir un 11.6 % de la población, de los cuales el 20% tiene entre 6 y 17 años, y menores de 6 años alcanza al 21.3%, Traducida a hogares pasamos del 5.9% en 2019 a 8.1% en 2020, en hogares con niños entre 6 y 17 años es 15.2%, en hogares con integrantes de primera infancia se ubicó en el 19.4%, es decir el peso del ajuste, la pérdida de derechos, recae en el pueblo, sobre todo en los hombros de la niñez, la adolescencia y la mujer.
Arismendi planteó, que para resolver esta contradicción había que liberar a las fuerzas productivas a través de un cambio en las relaciones de producción y propiedad. Uruguay sigue siendo un país de capitalismo deforme dependiente del imperialismo, “no habrá soluciones efectivas sin un cambio revolucionario de la estructura económica y social del país, esta transformación es la revolución agraria y antiimperialista”
En búsqueda de la Unidad para transformar.
El Frente Amplio es una fuerza política de carácter policlasista donde convivimos la clase obrera con sectores de la pequeña burguesía de la ciudad y el campo detrás de un proyecto de redención nacional. Las consecuencias de la dictadura y el retroceso revolucionario de los 90 con la caída de la URSS impactaron de forma profunda en la perspectiva revolucionaria de nuestro pueblo, afloraron las tesis del “capitalismo bueno” o “capitalismo humano”, hubo un cambio en la correlación de fuerzas del campo popular, se optó por una táctica conciliadora en función de una estrategia adaptacionista, este cambio da cuenta del desdibujamiento ideológico político y orgánico del Frente Amplio, donde tuvo mayor visibilidad en plena crisis del 2002 en el marco de salvar al gobierno de Jorge Batlle, mientras llegamos al millón de pobres.
En esta coyuntura de lucha por superar el retroceso, se conquistó el gobierno a nivel nacional en el 2005. Vieja discusión gobierno-poder, que tendremos que volver a retomar. Hoy, intercambiar sobre las ausencias y desviaciones, la elaboración programática y sus énfasis, la estructura y su dirección, el plan y la ofensiva política que debemos desarrollar, no significa negar los avances de cuando se estuvo en el gobierno, por el contrario, significa darnos perspectivas. Debemos tomar la iniciativa en ubicar los ejes para el intercambio. Quedó claro que no basta con distribuir o redistribuir mejor, con la agenda de derechos, lo primero generó condiciones objetivas para ir hacia los cambios estructurales, pero faltó apego al programa, decisión política y primaron otras concepciones. El discurso de gestión responsable, de buenos administradores, tuvo correspondencia en los cargos de gobierno, todos y todas tuvieron lugar, y fueron consecuencia del peso de los votos, la tan mentada cuotificación política. Es así, que, al no determinar el programa, lo ideológico, la necesidad de la gestión, irrumpen en las estructuras los llamados gerentes responsables del capital, de los que ya nos alertara el Ñato Enrique Rodríguez.
15 años de gobierno frenteamplista demostraron mayor sensibilidad con el pueblo, se avanzó en casi todas las materias, pero no en el marco de las estructuras dominantes, quedó claro que con sensibilidad y mejor gestión no alcanza, es necesario recomponer el proyecto histórico del Frente Amplio, reenamorar a nuestro pueblo con la idea de avanzar en democracia hacia transformaciones estructurales profundas.
El proceso autocrítico que vive el Frente Amplio debe estar acompañado del debate en amplitud y profundidad, si es honesto debería de dar como resultado los cambios necesarios que potencien a la fuerza política de cara a reconquistar el gobierno, pero sobre todo en recomponer los basamentos ideológico político y orgánico que nos vieron nacer.
Que la crisis no la pague el pueblo
Mientras tanto el gobierno nacional avanza con el ajuste en el marco de la pandemia, crece la pobreza, el desempleo, se retrocede en derechos y libertades democráticas, se aleja la mirada por parte de las políticas públicas y se invisibiliza nuevamente la vulnerabilidad que sufren en el marco de la crisis, la niñez y las mujeres, quitándole herramientas imprescindibles para pasar lo mejor posible. La ecuación nos da 100 mil pobres nuevos, 60 mil puestos de trabajo menos, esto se traduce en deterioro social de la vida de los uruguayos, lo único que crece son las ganancias del 1% más rico y las ollas populares.
Los Campeones del mundo, son los malla oro.
Somos de los países del mundo que invirtió menos en protección social, fuimos de los últimos países del mundo en adquirir las vacunas, somos el país con mayor contagio y muerte en el mundo, no solo es producto del desconocimiento, la improvisación y la insensibilidad, estos logros del gobierno responden al proyecto neoliberal que unió un amasijo descolorido de conservadores, reaccionarios, burgueses y fascistas, anteponiéndose a los intereses de la enorme mayoría de la población.
El gobierno está en campaña electoral permanente, todo lo vuelve show, y mientras tanto, producto del ajuste, la familia uruguaya se deteriora en vida y se conmociona por las muertes que pudieron evitarse, la estrategia de los “malla oro” fracasó, un gobierno que fue electo por la mayoría, deja cada ves mas claro que gobierna para el 1% de la población.
Luchar contra el ajuste
Hay que buscar en el marco de la lucha, como central de trabajadores, como movimiento estudiantil, movimiento feminista, movimiento cooperativo, intersocial, Frente Amplio, con todas las fuerzas avanzadas, una salida lo más justa posible, que priorice primero la vida del Pueblo, que representa la enorme mayoría de personas del Uruguay.
En este marco saludamos la iniciativa del PIT.CNT de paro general de 24 hs del 17 de junio, contra el hambre y la desigualdad, por trabajo y salarios para todos y todas.
Mayo y junio son meses que están profundamente identificados con la lucha de la clase obrera y nuestro pueblo, 1° de Mayo, Verdad y Justicia, Artiguismo y Huelga general, son un combo de sensibilidad popular de resistencia y revolución que está a flor de piel de cientos de miles de uruguayos, el Nunca más para nosotros está profundamente relacionado con el nunca más a la pobreza, a la injusticia, a la insolidaridad, al egoísmo, al capitalismo, al imperialismo a toda forma de explotación del hombre por el hombre, causa por la que desaparecieron decenas de compatriotas, que aún estamos buscando, exigiéndole al gobierno VERDAD Y JUSTICIA. Nunca más terrorismo de estado, nunca más fascismo.
Tenemos que llegar a las firmas que habilitarán el referendum y derogarar así los 135 art. de la LUC, cuanto más nos acercamos la derecha se pone más nerviosa, ya no se puede identificar la diferencia entre un Batllista y un Herrerista, para el pueblo la lapicera, la almohadilla y la planilla, son un bastión de rebeldía contra el retroceso en derechos y libertades democráticas, debemos sortear las dificultades y salir, las firma están, hay que darlo todo por juntarlas, sino hay marchas que hayan cientos de miles de firmas.
Son años de duras batallas donde tendremos que defender las conquistas y no permitir que se reinstale el proyecto neoliberal, vienen por la reforma de la seguridad social, la ley de medios, la venta de las empresas públicas, la privatización de la educación, la desregulación laboral entre otras. Estaremos a la talla. Aprendemos de la experiencia, las discuciones sobre como vive nuestro pueblo, nuestros viejitos, nuestros niños, los trabajadores no puede quedar en la discuciones de los parlamentarios, debemos problematizar, politicamente,ideologicamente y tomar parte en todo lo que estar por venir. ¡Se pudo, se puede y se podrá. Artigas volverá!
Un día la unidad de nuestro pueblo, tras la idea, la construcción y la concreción de una sociedad libre de la opresión de la oligarquía y el imperialismo, libre para decidir sobre que producir, como distribuir, como educarnos, como queremos ser, “el libre desenvolvimiento de cada uno será la condición del libre desenvolvimiento de todos” dejará de ser un sueño para transformarse en una realidad.
PAN, TRABAJO Y DERECHOS
