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La OTAN llega al Indopacífico
Aunque la OTAN se limitaba formalmente a la región euroatlántica, la alianza agresiva se extiende a Oriente Medio, África y la región del Pacífico. La cumbre aniversario de la OTAN en EEUU (creada el 4 de abril de 1949, cumple 75 años) mostró que la cooperación con los satélites de Washington se realizará con el AUKUS (alianza estratégica militar entre Australia, Reino Unido y EEUU) y el QUAD (Dialogo de seguridad cuadrilateral entre Japón, Australia, India y EEUU).
En el primer día de la cumbre de la OTAN en Washington el miércoles 10 de julio se informó que la alianza y los socios estadounidenses en la región del Indo – Pacífico (Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, cuyos líderes asistieron a la cumbre) lanzarán cuatro nuevos proyectos conjuntos para profundizar la cooperación.
En el foro, Kathleen Hicks subsecretaria de Defensa de EEUU, dijo que “ la base industrial de defensa transatlántica está en un punto de inflexión ” y que la cooperación con socios del Indo – Pacífico como Australia, Japón y Corea del Sur en la producción conjunta de armas y el mantenimiento conjunto de barcos y aviones beneficiará a todos. ¿Qué talco?
Además de la OTAN, Japón también está gestionando un nuevo Acuerdo de Acceso Recíproco (RAA) en el campo del entrenamiento militar y el desarrollo de capacidades con los países miembros de la OTAN. (Japón firmó el RAA con el Reino Unido a principios de 2023, desde la 2da Guerra Mundial no se le había permitido el desarrollo militar).
Japón tiene previsto en este mes de julio, ejercicios militares conjuntos con las fuerzas de Alemania y España, países de la OTAN. Se desarrollarán al sur de las islas Kuriles, en la isla de Hokkaido, pegadito a las doce islas que Japón reclama para sí en conflicto con Rusia.
El 11 de julio último día de la cumbre, Stoltenberg felicitó a todos los jefes de estado asiáticos reunidos con los líderes de la OTAN, y señaló como oponentes regionales de la OTAN, a China, a Corea del Norte, a Irán y a Rusia, augurando un buen trabajo conjunto en Asia.
La historia ha demostrado que las normas del derecho internacional no son respetadas por la OTAN, que se ha convertido en un bloque militar agresivo como lo demostró en Afganistán, en Irak, en Yugoslavia y en Libia.
La Otan busca blindar el unilateralismo y el derecho de Occidente a instituir bloqueos y sanciones a quienes no se someten a sus prerrogativas geopolíticas.
Los BRICS entran en escena
Mientras tanto se abren camino los BRICS, con China y Rusia que se atrevieron a desafiar el globalismo unilateralista controlado por la Tríada del Gran capital, las transnacionales, los centros financieros internacionales y el Complejo Militar Industrial, que cuentan con la cobertura que le brindan (la OTAN, el G7, el FMI y el Banco Mundial) aunque están empezando a perder capacidad relativa de injerencia en el Sur Global.
Putin y los militares rusos decidieron romper el cerco para evitar la repetición de aquella traición sufrida en 1941, cuando la invasión de la Alemania nazi dejó 28 millones de muertos a la URSS.
Hace tres años se inició la denominada Operación Militar Especial, decidida por Moscú para romper el cerco desplegado por la OTAN en torno a Rusia.
El fascismo en Ucrania se consolidó con el golpe de Estado de 2014, que proscribió a los partidos políticos rusohablantes. Victoria J. Nuland diplomática de carrera yanqui, pero más que nada una lobista de las principales empresas armamentísticas de EEUU, entre las que se encuentra General Dynamics, Northrop Grumman, estuvo “repartiendo dulces” cuando los sucesos de la Plaza de Maidan, extralimitándose en sus atribuciones, participó personalmente en las manifestaciones que la extrema derecha escenificaba en Kiev a finales de diciembre del 2013. Junto con Geoffrey Pyatt, el embajador de Estados Unidos en Ucrania, se encargaron de seleccionar quién, entre los líderes opositores, debía tomar las riendas del gobierno. La situación se ahondó con la masacre de la Casa de los Sindicatos el 2 de mayo de 2014, en Odesa, donde fueron quemados vivos medio centenar de manifestantes que recordaban la victoria del Ejército Rojo.
La vieja socialdemocracia europea creada con el Plan Marshall llega a su fin.
Señalar el fascismo (que los mismos yanquis apoyan) para lograr la alternacia democrática de los gobiernos de centro derecha y de centro izquierda en Europa, sirve para que siempre se mantenga el statu quo de las políticas neoliberales.
Hay todo un manejo de la información por parte de los grandes medios de comunicación donde se censura y se deforma la realidad. Uno tendría que preguntarse qué quieren decir exactamente los medios cuando describen las elecciones y las alineaciones políticas en Europa en términos de partidos tradicionales de centroderecha y centroizquierda desafiados por los neofascistas nacionalistas. Es sólo un relato de la gobernanza global.
También significa permitir que los líderes estadounidenses controlen la política europea a través de la OTAN y la Comisión Europea, la contraparte europea del Estado profundo de EEUU. Están poniendo a las economías europeas en pie de guerra, con inflación, dependencia comercial de Wall Street y déficits europeos resultantes de las sanciones comerciales y financieras patrocinadas por Washington contra Rusia y China. Este nuevo statu quo ha desplazado el comercio y la inversión europeos de Eurasia a EEUU.
Ha convertido a la OTAN en una alianza agresiva contra Rusia y China, que está obligando a los presupuestos nacionales a caer en déficit, lo que hace que los programas de bienestar social se recorten aún más.
Cómo reaccionan los principales partidarios de la derecha cuyos votantes son los más jóvenes, que sufren el peso de la caída de los salarios reales en toda Europa. Ven que su camino a la movilidad social ya no es el mismo que el de sus padres (o abuelos) en los años 50, después de terminada la Segunda Guerra Mundial, cuando había mucho menos deuda inmobiliaria del sector privado, menos deuda de tarjetas de crédito u otras deudas, y no existía la deuda estudiantil neoliberal.
Quizás sus padres (o abuelos) pensaron que el Plan Marshall era gratis, o de por vida. Les faltó la comprensión de que el dinero yanqui para los países occidentales era un operativo político ideológico para mostrar al campo socialista una vidriera de la vitalidad del capitalismo.
Ahora la política de sumarse a las sanciones de EEUU a Rusia y China es vaciar sus propios arsenales para enviar armas a Ucrania con el fin de tratar de desangrar la economía rusa. Cosa que no ha perjudicado a Rusia, sino que la ha fortalecido. Las sanciones han actuado como un muro protector para su agricultura e industria, lo que ha impulsado en Rusia inversiones que desplazan las importaciones, pero han perjudicado a Europa, especialmente a Alemania.
Desde 2022, el apoyo de Europa a la lucha de EEUU contra Rusia (y ahora también contra China) ha acabado con lo que había sido la base de la prosperidad europea. El antiguo liderazgo industrial de Alemania en Europa –y su apoyo al tipo de cambio del euro– está llegando a su fin.
El caso del Nuevo Frente Popular de Jean-Luc Mélenchon en Francia rechaza de forma explícita el énfasis guerrerista de Emmanuel Macron. Siete de cada diez franceses se ubica en las antípodas de las pretensiones de la OTAN. El Frente Popular no estaba en el relato. ¿Qué pasó?, ¿surgió de la nada? Es una prueba de que el relato es impuesto a las grandes masas a través de los medios y cadenas informativas para razonar acompañando los intereses del gran capital.
El presidente ruso, Putin, dijo recientemente que la ruptura de las relaciones normales con Europa parece irreversible durante los próximos treinta años aproximadamente. ¿Quedará toda una generación de europeos aislada de las economías de más rápido crecimiento del mundo, las de Eurasia?
C. Wright Mills dijo: “la causa inmediata de la Tercera Guerra Mundial es la preparación de la misma”. EEUU, frente al declive de su imperialismo hegemónico global, no sólo se está preparando para una Tercera Guerra Mundial; la está provocando activamente.
La estrategia Indopacífico manejada en la última Cumbre de la Otan
Indopacífico como región operacional representa una gran estrategia imperialista para cercar y contener estratégicamente a China, concebida como una “potencia revisionista” que amenaza el “orden basado en reglas” dominado por EEUU.
Ya el discurso de Clinton en 2010 tenía como objetivo reforzar el Diálogo de Seguridad Cuadrilateral (Quad) entre Estados Unidos, Japón, Australia e India. Bajo el gobierno de Obama, el Indopacífico era considerado como una confluencia oceánica. El potencial de una alineación más amplia contra China que pretendía incluir a India (aunque India no tiene un tratado de defensa con EEUU).
En 2017 de los EEUU bajo el presidente Donald Trump se centró en el Indo-Pacífico como la zona estratégica clave a nivel mundial, centrada en una posible guerra con China.
El Comando del Pacífico de los Estados Unidos (USPACOM) pasó a llamarse Comando del Indo-Pacífico de los Estados Unidos (USINDOPACOM). El nuevo mapa estratégico del Indo-Pacífico que delineaba es el campo de operaciones del USINDOPACOM. Léase la “Nueva Guerra Fría” contra China.
EEUU ve el ascenso de China como una amenaza a su propia preeminencia global, y la superregión del Indopacífico es cada vez más vista como el sitio central de la Nueva Guerra Fría, nos están impulsando a toda la humanidad hacia una Tercera Guerra Mundial.
El desarrollo económico de China.
La Gran Crisis Financiera del 2001 fue un punto de inflexión. China, con su gran sector estatal, logró salir de la Gran Crisis Financiera prácticamente ilesa.
No sólo China era ahora el motor del crecimiento económico mundial; en 2010, había superado a Japón y se había convertido en la segunda economía más grande del mundo. Nada parecía detener su rápido desarrollo.
EEUU que salía de una profunda recesión, no sólo estaba ansioso por obtener una parte mayor del valor económico que se generaba en Asia, y en particular en China, sino que al mismo tiempo buscaba frenar el crecimiento del poder chino mediante un proceso de cerco estratégico, mediante el fortalecimiento de las bases militares, las alianzas y las asociaciones, las limitaciones a la tecnología y el intento de crear acuerdos comerciales que beneficiaran a las potencias imperialistas y subvirtieran a China.
A partir del XVII Congreso del Partido en 2007, con Hu Jintao como secretario del partido comunista de China, se vio cada vez más desafiada por el ala izquierda del PCCh.
Unos primeros se identificaban más fuertemente con las reformas de mercado introducidas por Deng Xiaoping y promovidas por su sucesor Jiang Zemin, mientras que los otros estaban más centrados en el Estado y a menudo recordaban de diversas maneras a Mao Zedong.
Lo que surgió en el XVII Congreso del Partido, fue un énfasis en el socialismo con características chinas como el “camino de la bandera”. Xi Jinping caracterizaría más tarde el “sistema teórico del socialismo con características chinas”, después de la gran crisis financiera de 2008-2009, que comenzó en los EEUU.
La enemistad yanqui con China y la estrategia Indopacífico.
El factor clave que condujo a la enemistad occidental fue la introducción por parte de Xi Jinping de la Iniciativa del Cinturón y la Ruta de la Seda en el año 2013, los grandes estrategas estadounidenses todavía esperaban que surgiera un nuevo Gorbachov chino que repitiera la experiencia de la desaparición del socialismo.
Los estrategas republicanos que rodearon a Trump durante su campaña electoral de 2016 fueron los primeros en exigir una Nueva Guerra Fría con China (mientras buscaban una distensión con Rusia), los demócratas denunciaban la interferencia extranjera rusa en las elecciones yanquis.
El imperialismo global yanqui con su “orden internacional basado en reglas” representa las principales instituciones (económicas y militares, desde el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la hegemonía del dólar, hasta el sistema global de bases militares y alianzas estadounidenses). El objetivo declarado de Washington es lograr que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) participe de manera más activa en el Indopacífico. El Reino Unido también había establecido los Acuerdos de Defensa de las Cinco Potencias en 1971 con los miembros de la Commonwealth Australia, Malasia, Nueva Zelanda y Singapur.
EEUU sólo tiene alianzas militares (pactos de defensa) con cinco países: Australia, Japón, Filipinas, la República de Corea (Corea del Sur) y Tailandia. Washington también ha intentado establecer alianzas de seguridad adicionales con India, Indonesia, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam.
El caso de sumar a la India a través del comercio de defensa militar, se demuestra con el aumento “de casi cero en 2008 a más de 20.000 millones de dólares en 2020”. Cabe aclarar que Delhi se ha opuesto a las propuestas de ampliar la membresía del Quad.
Los EEUU tienen veintiséis bases militares en el este (desde la costa del Pacífico hasta la línea internacional de cambio de fecha) y cuarenta bases en el oeste (desde la línea internacional de cambio de fecha en el océano Pacífico hasta el final del límite del Comando Indopacífico de EEUU en el océano Índico) suman 66 bases. Son solo una parte, porque en realidad hay unas cuatrocientas bases militares estadounidenses rodeando a China.
Desde 2011, ha conseguido doce bases adicionales en Australia y Filipinas. Entre los años fiscales 2020 y 2023, el Congreso ha asignado 8.900 millones de dólares para apoyar la construcción de nuevos sitios militares en el Indopacífico.
Los acuerdos separados se firmaron en 2023, extendiendo estos derechos durante los próximos veinte años. Uno de los acuerdos de bloque militar más recientes y agresivos establecidos por Washington es el AUKUS, que incluye a Australia, el Reino Unido y los EEUU. Establecido en 2021. En los círculos militares estadounidenses no hay muchas dudas en referirse a una posible Tercera Guerra Mundial en el Indo-Pacífico.
La realidad esencial que gobierna la gran estrategia imperialista de los EEUU en la actualidad, es el marcado declive de su hegemonía económica, financiera y política en el mundo.
De hecho, la percepción general de los países del Indopacífico durante las últimas décadas ha sido la de una seguridad creciente, debido a lo que se considera efectivamente una postura no agresiva de China y las relaciones económicas y comerciales son cada vez más integradoras.
China distribuyó en los países de la zona 36 mil millones de dólares en 2017, eclipsando los 3 mil millones de dólares de EEUU. En general, las naciones de la región, consideran que una economía integrada con China es una solución beneficiosa para todos, mientras que perciben que la militarización de las relaciones económicas y políticas a instancias de EEUU como una propuesta en la que todos pierden.
Si tomamos los once estados más grandes, el gasto militar ha caído aproximadamente a la mitad de lo que era hace dos décadas y media, pasando de un promedio del 3,35% en 1990 a un promedio del 1,8% en 2015, una tendencia que ha continuado.
El movimiento mundial de hoy debe ser antiimperialista, anticapitalista, antibélico y ecologista. Puesto el imperialismo en crisis y el resurgimiento del fascismo solo buscan descargar todo el peso de la crisis sobre la espalda de los trabajadores y además se corre el riesgo del exterminio nuclear global, se trata de una lucha que la humanidad representada en los pueblos del mundo puede ganar.