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La corrupción “multicolor”
La semana pasada, nuevamente, la corrupción ligada a este gobierno fue noticia. Y es que surgieron nuevos elementos en el “Caso Marset”. Como sabemos, el narcotraficante Sebastián Marset se encontraba detenido en Dubai por tratar de entrar a Turquía con un pasaporte paraguayo falso, y por instrucciones del Ministerio del Interior, le fue concedido un pasaporte uruguayo, que le permitió salir del país y ahora se encuentra prófugo. El subsecretario del Ministerio del Interior, Guillermo Maciel, le consultó a la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache, por la situación de Sebastián Marset y le advirtió que era “un narco uruguayo muy peligroso” que si obtiene la liberación “sería terrible”.
Ahora, a través de las declaraciones de Ache en Fiscalía, se descubrió que el gobierno pretendía “perder” los chats que refieren al caso. Se filtraron audios donde se escuchaba al excanciller Bustillo decirle a Ache, “que se mande al frente Maciel, vos perdé el celular”.
A causa de este revuelo, el Presidente Lacalle Pou, en conferencia de prensa anunció la renuncia de Bustillo, Maciel y el ministro del interior Heber. Ache ya había renunciado.
La situación, y como es planteada periodísticamente, pareciera un hecho aislado de corrupción, pero si pensamos el conjunto de hechos, unidos al conjunto de hechos del “Caso Astesiano”, permite al menos dejar algunas incógnitas sobre la mesa: Marset estaba en Dubai y le dieron un pasaporte para fugarse; el exjefe de seguridad presidencial Astesiano, que oportunamente fue imputado como cabecilla de una red de venta de pasaportes falsos, trae desde Dubai en valija diplomática 454 kg de “pescado”. Es cuanto menos curioso el estrecho vínculo que tiene este gobierno con Dubai.
Volviendo al asunto de las renuncias. El mismísimo Lacalle Pou en conferencia de prensa, asumió que la responsabilidad la tenía él como Presidente, el Ministro y los subsecretarios. Ahora bien, sólo renunciaron el Ministro y el Subsecretario, ¿No está faltando el Presidente? Y es que los hechos son tan graves que parecería lo justo. Hay una red de corrupción, clientelismo, vínculos con el narcotráfico, y todo eso en las narices de Lacalle Pou.
Habrán quienes pretendan “jugar al empate” invocando a Sendic. Pero no solo cuantitativamente, es hasta cualitativamente diferente el uso de una tarjeta corporativa para comprar un colchón, a construir una organización criminal en el edificio de Presidencia, vinculada al narcotráfico, al espionaje, extorsión, etc., quien no pueda ver la diferencia ha de estar ciego.
Frente a este caso de corrupción, y lo generalizado que está en Latinoamérica y el mundo, debería surgir la duda ¿La corrupción es un fallo humano? ¿Un problema de gestión? ¿O un fenómeno inherente al sistema que rige al mundo: el capitalismo? Está claro que “la corrupción” es un concepto ligado al de política, pero, ¿es esta última la que causa la primera? ¿La política corrompe a la política? No, la corrupción es moneda de cambio del Poder, es decir, la oligarquía, que es quien realmente tiene el poder, aunque el gobierno lo gestione otro. La corrupción es la forma en que ejercen su poder dentro de las instituciones, haciendo que sus intereses sean correspondidos. Es por eso que la coalición multicolor así como le entregó el pasaporte a Marset, también vendió el Puerto de Montevideo a Katoen Natie por 60 años, entregó agua del Acuífero Guaraní a empresas, mientras el pueblo sufría la crisis hídrica.
Se necesita un gobierno con principios, que se anteponga a las “tentaciones” de la oligarquía, un proyecto colectivo que trascienda la “carrera política personal”, un gobierno para los el pueblo y no para la oligarquía: lo que debe ser el Frente Amplio. Eso solo puede lograrse con una organización que oriente en ese sentido, que sea profundamente recelosa de quiénes cuestionan los principios fundacionales del FA, y que esté dispuesta a enfrentar a la oligarquía, que si no somete por la corrupción, lo hace a través de la extorsión y el chantaje.
La cumbre impresentable de Biden en Washington
El jueves 2 de noviembre (Día de los Fieles Difuntos) se celebró La Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas (APEP, por sus siglas en inglés) enfatizando que se necesita “acelerar el comercio inclusivo y sostenible en la región, abordar la crisis climática y ampliar las oportunidades sociales y económicas que no dejen a nadie atrás”. Es una suerte de propuesta americana contra la iniciativa “Global Gateway” de la Unión Europea, así como de la Franja y la Ruta china. Biden, recibió en Washington a los líderes de 10 países latinoamericanos.
Cabría preguntarse ¿a quién va a beneficiar?
En dicha cumbre se destacaron los presidentes más derechosos, reuniéndose Dina Boluarte con los presidentes de Costa Rica y Uruguay, Rodrigo Chaves y Luis Lacalle Pou.
La presidenta que tiene sucia las manos de sangre por la represión en Perú, no se reunió con Biden. Paga el precio de un sangriento golpe de estado y de apertura de fronteras a las tropas de EEUU para estar geográficamente cerca de Bolivia, prontas para intervenir si fuera necesario. El país andino tiene un perfil avanzado en América Latina, pronto para industrializar el litio y en estas últimas semanas rompió relaciones con el estado genocida de Israel.
Como se ve los perros falderos de Washignton también tuvieron encuentros con empresarios organizados por la Cámara de Comercio de EEUU, y una cena organizada por Atlantic Council, importante think tank en el campo de los asuntos internacionales, que se ofreció a todos los invitados en el Estado de Maryland. En este evento participó Chris Dodd,** **el asesor de la Casa Blanca para para las Américas.
Seguramente Lacalle, en estos días de escándalos por renuncias y corrupción en Uruguay, trae para calmar las aguas y bajar un cran en el estado de ánimo de las grandes masas de pedir juicio político, un paquete de inversiones, como Biden les prometió a todos los líderes de las Américas en dicho Encuentro, inversiones que llegarán para poder atender las necesidades de toda la población de cada país participante.
Es conocido que el imperio utiliza estos viajes a EEUU, para favorecer a los presidentes que afrontan crisis políticas en sus países, para elevar su aprobación.
El que esté interesado en leer el documento de esta nueva Alianza “de las mentirillas” (nos hace acordar a la fracasad Alianza para el Progreso del 13 de marzo de 1961) puede acceder: aquí
Biden no puede llevar adelante esta alianza (es un sueño)porque debería lanzar en EEUU una salida del régimen de solución de controversias entre inversores y Estados (ISDS), que le otorga a las grandes corporaciones capitalistas el derecho de demandar a los Estados, si estos adoptan alguna medida, incluso leyes de interés público, que pueda amenazar sus ganancias. Mientras funcione el ISDS los países latinoamericanos están amenazados, tiene una espada de Damocles arriba de sus cabezas. No hay posibilidades de integración económica, ni inclusión que valga.
Actualmente existen 43 acuerdos aplicados mediante ISDS entre los 12 países de la APEP. Las corporaciones han lanzado 231 ataques ISDS, de los cuales 73 son casos pendientes por un total de 47 mil millones de dólares en reclamaciones corporativas utilizando estos pactos. Esto ahorca el desarrollo de los países. Pensamos que esta alianza es en sí, una batalla para resolver los 158 casos no resueltos y seguir acumulando millones que le son necesarios para enfrentar su profunda crisis económica.
Recomendamos profundizar el tema en el siguiente link: https://isds.bilaterals.org/?to-strengthen-ties-with-countries&lang=en
Mientras Biden no dé marcha atrás con su I$D$ toda la bendita Alianza es puro humo para manejar a América Latina, en la compleja situación creada en Medio Oriente que puede llevar a otros países a mirar con buenos ojos la decisión boliviana con Israel.** **
Cuba condenó “la escalada criminal de Israel”. Venezuela ratificó la condena a los ataques y al bloqueo de Israel sobre la población palestina. Chile y Colombia tomaron acciones diplomáticas para condenar lo consideran un ataque “desproporcionado” de Israel a Gaza.** Brasil como presidente del Consejo de Seguridad, buscó acuerdos sobre el cese de hostilidades, la protección de la población civil y el alivio de la situación humanitaria en la Franja de Gaza. **Honduras firmó la resolución de la ONU para que exista un cese al fuego inmediato. México no tomó partido por ninguna de las partes. Pero es el vecino del dueño del circo. Argentina y Ecuador tuvieron posiciones ambiguas, expresando su preocupación por el bombardeo israelí al campo de refugiados de Jabalia, en Gaza. Bukele pte. de El Salvador es de ascendencia palestina, pero se ve que es un arrepentido. Costa Rica, Paraguay, Panamá y Guatemala no se han pronunciado sobre Gaza.
La ruptura de relaciones de Bolivia con Israel de hecho es un replay del 2009. El gobierno boliviano del entonces presidente Evo Morales (2006-2019) había roto relaciones diplomáticas con Israel como respuesta a los ataques de entonces contra la Franja de Gaza, pero en febrero de 2020, el Gobierno golpista de Jeanine Áñez (2019-2020) acordó el restablecimiento y el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países.
Nada nuevo bajo el sol en el mundo en que vivimos
(Continuación desde la publicación anterior)
Después del fracaso de la balkanización de Medio Oriente por parte del imperialismo, debido fundamentalmente a la solidaridad de Rusia con el presidente legítimo de Siria, Bashar Háfez al-Ássad, el apoyo militar ruso destruyó al Estado Islámico en el territorio sirio. con el objetivo de robar sus pozos petroleros
El bien propagandeado ejército de Isis por los grandes medios occidentales, fue un asalto de mercenarios pagos por el gran capital con el fin de robar los pozos de petróleo sirios.
Este plan imperialista de fragmentar el Medio Oriente iba de la mano con la expansión hacia el este de Europa por la OTAN, con el fin de acorralar a Rusia y subordinar económicamente a la Unión Europea. El acuerdo EEUU - Inglaterra, acuerdo económico, político y militar iba de la mano con la expansión de la OTAN pero en el 2020 logra la salida del Reino Unido de la Unión Europea, conocida como Brexit.
La crisis cíclica del capital llevó al capital financiero a tratar de disminuir la capacidad económica del eje Francia- Alemania y para ello empezó a impulsar el golpe de estado en Ucrania, cuando las manifestaciones de Maidan en 2013, mal nombrado Euromaidan, dado que era impulsado por los anglo sajones, reviviendo los fantasmas del fascismo nazi que no tenían nada de europeísta, ni de independentista en Ucrania. Fue un gran operativo para usar a Ucrania como punta de lanza para atacar militarmente a Rusia, debilitarla económicamente y así poder disminuirla como aliado estratégico de China, que es el verdadero rival de los EEUU.
El 24 de febrero de 2022 comienza la Operación militar especial rusa en Ucrania. En dos años después de una campaña en todos los medios de comunicación donde occidente sataniza a todo lo que es ruso, prohíbe y censura los medios Rusia Today y Spoutnik, descalifica a Putin diciendo” ya ha demostrado que es capaz de tomar decisiones ilógicas y contraproducentes”, esa política sumada las sanciones económicas, arrastrando EEUU a sus socios de la UE fracasa de una manera estrepitosa.
EEUU afirmó que la guerra se haría hasta el último ucraniano y casi lo logró. Rusia pasa de ser un chivo expiatorio a una nación que se desarrolla económicamente, que demuestra ser del punto de vista militar superior a la OTAN. Los mejores armamentos blindados de países occidentales arden en la línea del frente en Ucrania. La guerra que lleva adelante Rusia es distinta que la que EEUU y la OTAN han hecho en a Afganistán , Guerra del golfo, Yugoslavia Iraq y Libia. Enfrentan y destruyen objetivos militares y no civiles como lo hace la OTAN.
De alguna manera todo el centro de la atención mundial pasa a la mal llamada guerra de Gaza e Palestina. Por qué decimos mal llamada guerra, porque en una guerra hay dos contrincantes. En Gaza hay un exterminio de civiles, en especial niños y mujeres por parte del gobierno sionista israelí. Hay un genocidio en marcha y alza a los pueblos del mundo en solidaridad con el pueblo palestino, cosa que los grandes medios de comunicación no pueden ocultar como lo hicieron durante dos años en Ucrania.
Allí parecía que todo iba viento en popa, se resistía la “invasión rusa” se iba a reconquistar Crimea. La realidad era caprichosa, lo que se alardeaba en la prensa nunca se confirmaba, Cae Mariupul se descubren los laboratorios biológicos yanquis en Ucrania. De hecho desaparece la pandemia de covid pero poca gente logra conectar el fin de la pandemia con la caída de los laboratorios.
En definitiva de alguna manera el imperialismo tenía que distraer a la opinión internacional del fracaso de la contraofensiva ucraniana, de la incapacidad, no de los ucranianos de recuperar sus territorios rusoparlantes, sino de ellos mismos, los yanquis, en querer debilitar a Rusia como aliado de China.
Todo se debe a lo mismo, el enemigo a enfrentar es China y la situación que se ha generado en el Medio Oriente también. La Ruta de la seda, que ya cumple sus 10 años, desemboca por mar a través del canal de Suez en el Mediterráneo y por tierra a través de Siria. Se comprende que las famosas primaveras árabes del 2012 fracasaron principalmente en Siria y en Yemen. Fue la primera jugada del imperialismo como respuesta a la puesta en marcha de la Ruta de la seda china. (Continuará)
