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Jorge Dimitrov secretario general de la Internacional Comunista entre 1934 y 1943 ya había denunciado en el Informe ante en VII Congreso Mundial de la Internacional Comunista, el 2 de agosto de 1935 que “los imperialistas intentan descargar todo el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores. Para esto, necesitan el fascismo”.
El fascismo es el enemigo de la clase obrera y los pueblos, se está fortaleciendo de manera amenazante. Se han orientado a concentrar sus esfuerzos en reorganizar sus fuerzas para tratar de consolidar algunos avances en los escenarios electorales, lo que les ha permitido ponerse a la cabeza de gobiernos o movimientos, nacionales o regionales, en un proceso de acumulación de fuerza que constituye una latente amenaza para los intereses de los explotados y oprimidos en el mundo.
Esta avanzada del fascismo a nivel internacional ha permitido que sus propuestas tengan apoyo en parte de las amplias masas, particularmente la pequeña burguesía que ante los efectos de pauperización de sus condiciones de vida, entra en pánico y se convierte en presa fácil de los engaños y artimañas de los fascistas quienes recurren a la exacerbación de los sentimientos combinando estos con mecanismos que promueven el aniquilamiento de la capacidad de razonamiento ante los fenómenos de la realidad concreta, para crear así las condiciones que faciliten su dominio sobre los pueblos.
Los fascistas promueven la guerra, la cual además de generarle grandes ganancias a través del complejo industrial militar, provoca multitudes de desplazados, quienes se ven obligados a cruzar las fronteras hacia otros países, para intentar salvar sus vidas y vender su fuerza de trabajo, en condiciones muy precarias y de desventaja al ser indocumentados. Este fenómeno es aprovechado por las organizaciones fascistas, las cuales orientan una política de xenofobia, y aprovechan para culpar a los migrantes de “empeorar” las condiciones de vida de los habitantes del país al cual llegan. Así los fascistas le lavan la cara a los gobiernos capitalistas, al presentar como culpables del desempleo y otras calamidades a los migrantes, ignorando por completo que son las condiciones de explotación y miseria impuestas por el sistema capitalista las que hoy sustentan las causas del sufrimiento de miles de millones de seres humanos en el planeta.
La guerra Imperialista que hoy se manifiesta en diversos puntos del planeta se comporta como un catalizador del fascismo.
Joe Biden dio el aval al apoyo yanqui a las formaciones nazis del Batallón Azov (después de haberlo considerado como formación terrorista durante años) y permitió que Ucrania utilice misiles estadounidenses y otras armas para atacar objetivos dentro de Rusia. Además EEUU anunció que firmará una garantía de seguridad de diez años con Ucrania.
Los EEUU emiten a través de los grandes medios deliberadamente todo tipo de falsedades con respeto al desarrollo de actividades terroristas de los ucranazis y mercenarios en Ucrania. Tanto en momentos clave de algún ataque terrorista, como los días y semanas posteriores al evento. Lo hacen porque saben que esas falsedades moldearán para siempre la reacción emocional del público global, así como la percepción política de esos eventos de manera permanente, de modo que cuando fuerzas democráticas progresistas logran desacreditar esas mentiras semanas o meses después, tendrá poco o ningún efecto para alterar esas percepciones fijas, logradas a través del control de los grandes medios de comunicación en su poder que manipulan el guión informativo.
Vale la pena observar el nivel de histeria, paranoia e inestabilidad emocional que está formando gran parte del discurso político y mediático. Es como un manual utilizado una y otra vez, cada vez que ocurre un evento importante que involucra hechos de guerra, de violencia o alguna crisis.
En EEUU en setiembre próximo, está previsto que Biden sea juzgado en Los Ángeles por cargos de evadir una evaluación fiscal, no presentar ni pagar impuestos y presentar una declaración de impuestos falsa o fraudulenta. FiveThirtyEight, el sitio que fundó Nate Silver y que analiza y agrega datos de encuestas, aquí se ve que el índice de aprobación de Joe Biden se encuentra actualmente en su nivel más bajo jamás registrado. Su índice de desaprobación es ahora del 56,6%, mientras que su índice de aprobación es del 37,6%. Biden, que ahora tiene 81 años y que ya es el presidente de EEUU de mayor edad en ocupar ese cargo, está tratando de postularse para un segundo mandato.
Hace una semana se desarrolló un debate entre el presidente Joe Biden y su predecesor, el candidato republicano Donald Trump, se enfrentaron en una contienda televisada, pero sin público, donde defendieron posturas opuestas en temas como el estado de la economía, el conflicto en Gaza y la gestión de la inmigración.
Cabría preguntarse cuál es el tema que preocupa más a los estadounidenses, el debate o el problema de la economía (le preocupa al 81%); la inflación (al 75%); el estado de la democracia (al 74%); la criminalidad (al 62%); la frontera entre EEUU y México (al 56%); la política de armas (al 52%).
En los días que precedieron al debate todos los medios de comunicación atosigaban al público norteamericano con el tema de la condena a Trump, ¿a quién le preocupaba? sólo al 28%.
Desde el 7 de octubre del año pasado se han promulgado leyes en EEUU para ampliar la definición legal de antisemitismo para incluir una amplia gama de puntos de vista de oposición comúnmente expresados hacia Israel, ha habido innumerables intentos de castigar a los estudiantes que firman o expresan su oposición a Israel de una manera que se considera excesiva, incluidos los esfuerzos de muchos multimillonarios y corporaciones para excluirlos del empleo.
El genocidio del pueblo palestino va de la mano de la muerte del petrodólar, que es un legado de Biden.
La expiración del acuerdo de los petrodólares, entre EEUU y Arabia Saudita, es el comienzo de un desafío en cascada a la preeminencia del dólar como «moneda de reserva mundial». Biden fue brutal con la familia real saudita, diciendo que había “muy poco valor redentor en el actual gobierno de Arabia Saudita con el gobierno del rey Salman”.
El Estado Profundo de los EEUU se sintió encantado de que Biden fuera el hombre justo para suceder a Donald Trump, quien olvidó interesadamente las violaciones de DDHH de los sauditas para preservar los empleos en la industria armamentística estadounidense. Lla inteligencia de EEUU había llegado a una conclusión sobre el papel de Mohammed bin Salman en el asesinato de Jamal Khashoggi. El periodista era un «activo estratégico» de la CIA que trabajaba con el objetivo de lograr un cambio de régimen. La decapitación de Jamal Khashoggi el 2 de octubre de 2018 en el consulado saudí en Estambul, paralizó el plan de Washington de instalar un gobernante dócil en Arabia Saudí. Riad simplemente dejó que expirara el acuerdo de petrodólares de 50 años entre EEUU y Arabia Saudita. que se remonta a 1974, poco después que el imperio abandonara el patrón oro. Pocos acuerdos han aportado tantos beneficios como el pacto del petrodólar para la economía de EEUU, la denominación del petróleo en dólares elevó el estatus del dólar como «moneda de reserva» mundial.
Si el precio del petróleo se fijara en una moneda distinta al dólar, podría provocar una disminución de la demanda mundial de esa moneda, lo que, a su vez, podría dar lugar a una mayor inflación, mayores tipos de interés y un mercado de bonos estadounidenses más débil.
Se produjo un cambio en el orden financiero global con el ingreso de una era “postamericana”. La conclusión es que el dominio del dólar estadounidense ya no está garantizado.
Arabia Saudita se sumó a una prueba de moneda digital del banco central de China, «en lo que podría ser otro paso hacia una reducción del comercio mundial de petróleo en dólares estadounidenses”. El banco central saudí se convirtió en un “participante de pleno derecho” del Proyecto mBridge, una iniciativa lanzada en 2021 por los bancos centrales de China, Hong Kong, Tailandia y los Emiratos Árabes Unidos.
China domina el proyecto mBridge y está llevando a cabo el plan piloto CBDC nacional más grande del mundo (moneda digital de banco central, o CBDC por sus siglas en inglés), que ahora llega a 260 millones de personas y cubre 200 escenarios, desde comercio electrónico hasta pagos de estímulo gubernamental. De hecho, otras grandes economías emergentes, incluidas India, Brasil y Rusia, también planean lanzar monedas digitales en los próximos uno o dos años. Hay que añadir el plan maestro de Rusia para crear un nuevo sistema de pagos BRICS que evite por completo el dólar. La Bolsa de Moscú dejó de negociar dólares y euros a partir del pasado 13 de junio.
Estamos viviendo el fin de la libertad ilimitada que disfrutaba EEUU para imprimir dólares a voluntad y vivir mucho más allá de sus posibilidades e imponer su hegemonía global. EEUU trata de gestionar su enorme carga de deuda de 34,7 billones de dólares. Las preocupaciones de los inversores extranjeros están aumentando las dudas sobre la sostenibilidad de la deuda pública de EEUU.
¿Provocará Israel una guerra contra el Líbano y arderá todo el Medio Oriente?
El ejército israelí no podrá vencer a Hezbollah, en el Líbano, sin ayuda externa. EEUU tendrá que intervenir para salvar el Estado hebreo. Pero en vez de implicarse en una guerra terrible y espantosa, Washington podría apoyar un golpe de Estado en Tel Aviv.
La correlación de las fuerzas militares ha cambiado considerablemente desde la guerra israelo-libanesa de 2006. En aquella época el Hezbollah carecía de verdadera experiencia combativa.
La Red Voltaire analiza la situación: “Hoy, el Hezbollah libanés cuenta con la experiencia acumulada durante los 12 años de guerra en Siria contra los yihadistas armados por la OTAN y protegidos por la aviación de Israel. Al parecer, el Hezbollah dispone actualmente de un cuerpo de fuerzas especiales (Radwan) que cuenta 2.500 hombres. Tendría además 20.000 combatientes bien entrenados y en total disposición combativa, al menos 30.000 “reservistas” y unos 50.000 combatientes que considera poco experimentados. (Sin contar los apoyos ofrecidos por los Hutíes de Yemen y la resistecia iraquí).
Hezbollah posee misiles guiados cuyo alcance es de 300 kilómetros de fabricación iraní y de fabricación china. Ese gigantesco arsenal de misiles debería permitirle saturar el sistema israelí de defensa antiaérea Cúpula de Hierro. Hezbollah también dispone ahora de misiles tierra-aire y de baterías antiaéreas rusas.
Hezbollah puso fin a 76 años de supremacía aérea israelí el pasado 20 de mayo. Todo lo anterior parece indicar que Israel no sería capaz de enfrentar al Hezbollah libanés sin una intervención estadounidense.
El cambio se produjo durante la agresión occidental contra Siria. Desde Red Voltaire lo describimos ampliamente, pero la prensa atlantista ignoró o denigró nuestras observaciones. Y lo hizo porque su misión era convencer a las opiniones públicas de Occidente de que Siria era un Estado débil y hacerles creer que los yihadistas en sandalias iban a derrocar la República Árabe Siria.
Más de 37.000 civiles palestinos han muerto en los bombardeos de Israel contra la franja de Gaza, sólo una quincena de soldados israelíes han muerto en los ataques de la resistencia libanesa y 300 combatientes del Hezbollah han caído en los ataques de Israel contra el territorio libanés. A primera vista, ese desigual balance proyecta la impresión de que Israel sigue siendo el más fuerte, pero lo que en realidad muestra es que el Hezbollah está tratando de evitar una guerra que sabe sería terrible.
En todo caso, ya estamos ante el cambio en la correlación de fuerzas. Y ese cambio ya no es reversible, ni a corto ni a mediano plazo. Así las cosas, es increíble ver a la OTAN seguir comportándose como si todavía fuese dueña del mundo. Esa obstinacion hará su caída todavía más dolorosa”.
Terminada la cita de Red Voltaire nos preguntamos ¿se entiende el trasfondo de la necesidad de recurrir a la guerra por parte de los imperialistas yanquis y sus lacayos de la UE?
La tarea solidaria del momento es movilizarnos contra la guerra, reclamando la paz para los pueblos, señalando y condenando a los promotores de la misma, cómo es el capital financiero unido al complejo industrial militar. Es parte de una plataforma de lucha que hoy nos toca librar.
Orientar nuestros esfuerzos hacía la multiplicación de las movilizaciones populares contra la guerra, el fascismo y el imperialismo, avanzar con determinación en fortalecer y consolidar la capacidad de las organizaciones proletarias en particular y los pueblos en general para poder hacer frente a la ofensiva del capital financiero que busca una vez más imponer su dominio férreo sobre los pueblos echando mano de instrumentos cómo el fascismo, jurado enemigo de la clase obrera y los pueblos Esta ofensiva puede ser vencida en la medida en que las organizaciones revolucionarias logremos los niveles de fuerza y movilización requeridos para frenar y derrotar las pretensiones del capital financiero que pretende imponerse con la guerra y el fascismo.