Estamos a favor del SÍ al Plebiscito en defensa de la Seguridad Social, junto al voto por reconquistar un nuevo gobierno del Frente Amplio, por una sociedad más justa, igualitaria, libre y soberana.
Faltando casi 50 días para las Elecciones Nacionales y para votar SÍ en defensa de la Seguridad Social, estamos preocupados por las vacilaciones de frenteamplistas que se oponen al Plebiscito, olvidándose de que el Frente Amplio resolvió históricamente que pague más quien gane más, que pague menos quien gane menos.
Estamos viendo la fotografía de la actual correlación de fuerzas predominante en el FA, que en el marco del retroceso revolucionario de los 90 se fue consolidando, desde el punto de vista de clase, es la unidad de la burguesía para ajustar a los trabajadores, desdibujando la alianza histórica del pueblo, de carácter antiimperialista y antioligárquico. En éste marco lo nuevo es la iniciativa política de los trabajadores y trabajadoras, llevando adelante el plebiscito contra el lucro, por una mejor jubilación, en defensa propia, poniendo al conjunto de los trabajadores y el pueblo a la ofensiva política.
La decisión política del Frente Amplio de dar libertad de acción a los sectores y las bases, para que estos decidan votar o no por el Plebiscito que promueve la Central sindical no ayuda en el fortalecimiento de la unidad política y social de nuestro pueblo, recordemos que el Frente Amplio también resolvió en su Congreso impulsar el Bloque Político y Social de los cambios, bloque compuesto por él FA el Pit Cnt Fucvam La Feuu etc.
De allí la propuesta del PIT-CNT de recurrir a la democracia directa que permita promover la modificación del texto constitucional. Sobre todo cuando entienden que sus anhelos no son respondidos adecuadamente por el sistema político deja al FA en un dilema entre resoluciones congresales y la propia vida.
Nos llama poderosísimamente la atención que compañeros frenteamplistas, algunos con experiencia de gobierno durante los 15 años de la administración frenteamplista del Estado, se sumen al discurso de los que hoy detentan actualmente el gobierno y que han dejado al país en ruinas en tan solo cinco años. Pretenden darnos clase a la mayoría de los frenteamplistas que somos los de a pie, los que trabajamos a diario y los que tratamos de sobrevivir trabajando en la informalidad, sin derechos sociales ninguno.
Estamos los militantes de Congreso del Pueblo proponiendo, como organización nueva, intercambios y reuniones para debatir estos temas. Convocamos a votar SI, con la papeleta blanca, junto al voto por un nuevo gobierno del Frente Amplio. Por una sociedad más justa, igualitaria, libre y soberana.
Estamos en contra de que intenten desde la academia y desde la tecnocracia, los compañeros economitas de los gobiernos frenteamplistas, decir que nuestra iniciativa carece de solidez técnica que la avale.
El Plebiscito tiene una gran solidez técnica. Es así que debe caerse en la deshonestidad intelectual para poner “grandes objeciones”. Hablamos de subir las jubilaciones a 300.000 personas que trabajan en la informalidad, que no acceden a sus derechos, más 170.00 desocupados que no pueden garantizar las cuatro comidas diarias, y que su expectativa de vida es muy inferior a los 80 años, cifra de la que hablan estos economistas.
Es fácil para gente que gana por día lo mismo que muchos trabajadores ganan por mes, salir con declaraciones rimbombantes, diciendo que quieren aportar a un debate fraterno y apenas el compañero Boca Andrade les dice que está dispuesto a debatir, dan marcha atrás negándose públicamente a debatir. Una cosa es no apoyar, otra es militar en contra. Seamos sinceros compañeros. Saben o dicen que saben, ponen el grito en el cielo, al igual que Rodolfo Saldain y los amigos defensores de los inversores financieros foráneos con sus condicionamientos. Pareciera que están todos abrazados por igual al capital financiero. ¿Qué quieren, que trabajemos hasta morir?
¿Por qué no nos sinceramos y hablamos de que la Previsión Social cubre además de las jubilaciones, el seguro de enfermedad, el de desempleo, las prótesis, los lentes, etc.? Además las pensiones, la maternidad y paternidad, las garantías a expensas fúnebres, la vivienda, la asignación familiar. También el Plan de equidad, la garantía de créditos laborales, los servicios de salud y servicios sociales, el turismo social, todos estos temas sin cobrar comisiones como el sistema de las AFAP. Cuando se jubila por las Afaps tiene que contratar un seguro y además la plata para pagar los gastos de las AFAP sale del BPS.
Estamos de acuerdo con las tres medidas que propone el movimiento sindical: Igualar la jubilación mínima al salario mínimo, poder jubilarse a los 60 años y eliminar las AFAP. Con Marcelo Abdala, nos preguntamos: “¿es justo que un trabajador aporte 15% de sus ingresos a la Seguridad Social, mientras que un gran empresario del sector agroexportador aporte solo el 1,9%?”.
Creemos que la reforma de la Seguridad Social que llevó adelante este gobierno de coalición y las críticas de los compañeros frenteamplistas por el NO al plebiscito tienen relación con las políticas financieras impulsadas por los organismos internacionales, como el FMI o el Banco Mundial. El pensamiento de que puede existir un capitalismo bueno es ajeno a los intereses de la clase trabajadora. La libertad de acción con respecto al tema del plebiscito a nuestro humilde razonamiento, va a contrapelo de las resoluciones congresales del FA del año 2021 y del Congreso Programático de diciembre de 2023.
La Seguridad Social en nuestro país es una construcción de los trabajadores. Es inaceptable la lógica privatizadora de la Seguridad Social.
“Es crucial que la gente sepa que, en la misma Ley 20.130 que eleva la edad jubilatoria y reduce el monto de las prestaciones al 45%, también se recortan las partidas para la discapacidad, porque saben que, en esas condiciones, los estudios indican que la gente se lesionará más. Entonces, me pregunto desde el punto de vista ético: ¿Está mal generar la condición para que la gente pueda jubilarse a los 60 años?” M. Abdala.
Fidel Castro nos decía: “Cuando uno pierde de vista al enemigo, comienza a pelearse con el compañero”. Cuestionamos a quienes defienden la tesis del “capitalismo bueno”, sustentado en la conciliación de clases y pegan el grito en el cielo si los trabajadores nos organizamos y luchamos socialmente o políticamente. Daremos todo por la unidad pero unidad no significa unanimidad, significa desarrollar la más amplia democracia en el campo popular y resolver con métodos apropiados, sobre la base de principios claros, principios que busquen el cometido emancipador de la clase obrera y nuestro pueblo.
Abrazamos las ideas del movimiento obrero histórico. La unidad en la lucha para transformarlo todo. Reivindicamos el Frente Amplio fundacional, su programa histórico, y la unidad para superar al capitalismo desde una perspectiva antiimperialista, antioligárquica y agraria.