Las autoridades salientes de la enseñanza están demostrando cero escrúpulos en usar la educación pública como trampolín político para beneficio personal, así como para colocar a sus allegados, cuando no a ellos mismos, en puestos bien remunerados.
Los sindicatos denuncian como el “cara a cara” de Robert Silva era una campaña velada para su candidatura. Si bien el involucrado lo negó rotundamente, nuestra lectura fue confirmada meses después cuando Silva fuera presentado como presidenciable por el Partido Colorado. Ahora, su sucesora en la presidencia del CODICEN, Virginia Cáceres, sigue el mismo camino de cara a las elecciones departamentales.
La autodesignación como inspectora de Cherro muestra el otro camino de parasitación de los sub-sistemas de la ANEP en el gobierno de Lacalle Pou. Este fenómeno se observa también en la Formación en Educación. Primero se hizo un llamado cerrado para continuar por un año el rol de mentores, acólitos de la reforma que bajaban los nuevos lineamientos a los docentes.
Acomodados los oficiales faltaba el general. En una resolución vergonzosa se crea una maestría en “Investigación y enseñanza de las ciencias sociales” a realizarse en Salto durante los años 2025-2026. Allí, el propio presidente del CFE Victor Pizzichillo se desempeñará como docente, realizando una autodesignación del mismo tenor que la de Cherro. Además, no es de sorprender que el resto del plantel docente son defensores de la gestión actual.
Hablamos de una maestría cuya titulación final no tiene garantías y que será un lastre para la nueva administración.
Sería impostergable que este invento de colocaciones laborales no prospere, por el bien de la educación pública.
